“Nadie debe de preocuparse de que lo acusen de ser autor intelectual de la Revolución, porque el único autor intelectual del asalto al Moncada es José Martí, el Apóstol de nuestra independencia”.
Con tales palabras, dirigidas al tribunal que lo juzgaba por comandar las acciones que debieron de concluir con la toma de las principales fortalezas militares ubicadas en las orientales ciudades de Bayamo y Santiago de Cuba, situada esta última a 970 kilómetros al este de La Habana, el joven abogado Fidel Castro Ruz dejó bien explícita la ideología predominante en los jóvenes agrupados en la llamada Generación del Centenario, denominación alegórica al siglo del natalicio de Martí, Héroe Nacional de Cuba.
En su alegato Fidel argumentó la necesidad de derrocar mediante la lucha armada la tiranía establecida con el golpe de estado perpetrado por Fulgencio Batista el 10 de marzo de 1952 y lo perentorio que era instaurar la república martiana, frustrada por la intervención de los Estados Unidos en la guerra de los cubanos contra el colonialismo español, proyecto que pretendía no solo librar a la patria del yugo extranjero, sino también hacer a la nación dueña de toda la justicia. Una república en esencia democrática, y cuya primera ley proclamaría “el culto de los cubanos a la dignidad plena del hombre”.
A causa de la censura de prensa y la cruenta represión desatada por la dictadura de Batista desde que usurpó el poder, prácticas esas llevadas a increíbles extremos después de los sucesos del
Fidel Castro, después del asalto al cuartel Moncada, junto al retrato de José Martí.
Actualmente más de 37 mil médicos y paramédicos cubanos brindan ayuda internacionalista en 77 países.
Hoy el campesino es verdadero dueño de su tierra y sus bienes.
Moncada, “La historia me absolverá” no se conoció inmediatamente, sino luego de ser reconstruida en la cárcel por Fidel y publicarse, de forma clandestina, en una vieja imprenta de La Habana, con una tirada de 10 mil ejemplares, cifra nunca alcanzada hasta entonces en la Isla por ningún libro o folleto.
Conocida más tarde también como el Programa del Moncada, la autodefensa de Fidel tuvo una coincidencia tan grande con las ideas de Martí, que logró aglutinar a todos los sectores interesados en librarse del tiránico gobierno, incluyendo a la pequeña y media burguesía.
Por ejemplo, en su discurso el líder revolucionario afirmó que de triunfar la insurrección por él encabezada, el poder constituido con el apoyo de la inmensa mayoría de las masas populares priorizaría la solución de problemas tan cruciales como el de la tenencia y explotación de la tierra, la vivienda, el desempleo, la industrialización del país y el acceso de la población a los servicios educacionales y de salud.
Fidel denunció abiertamente las principales calamidades que sufría la población, entre las cuales mencionó las siguientes:
. El 85 % de los pequeños agricultores cubanos están pagando renta y viven bajo la perenne amenaza del desalojo de sus parcelas.
. Más de la mitad de las mejores tierras de producción cultivadas, está en manos extranjeras.
. Hay doscientas mil familias campesinas que no tienen una vara de tierra donde sembrar unas viandas para sus hambrientos hijos y, en cambio, permanecen sin cultivar, en manos de poderosos intereses, cerca de trescientas mil caballerías de tierras productivas.
. Cuba sigue siendo una factoría productora de materia prima. Se exporta azúcar para importar caramelos.
. La necesidad de industrializar el país es urgente (…) Necesitamos barcos mercantes (…) El turismo podría ser una enorme fuente de riquezas (…) El Estado se cruza de brazos y la industrialización espera por las calendas griegas.
. Tan grave o peor es el problema de la vivienda. Hay en Cuba doscientos mil bohíos y chozas; cuatrocientos mil familias del campo y de la ciudad viven hacinadas en barracones, cuarterías y solares sin las más elementales condiciones de higiene y salud; dos millones doscientas mil personas de nuestra población urbana pagan alquileres que absorben entre un quinto y un tercio de sus ingresos; y dos millones ochocientas mil de nuestra población rural y suburbana, carecen de luz eléctrica (…) El Estado se cruza de brazos y el pueblo sigue sin casas y sin luz.
. Un millón de analfabetos y otro millón de semianalfabetos.
. 600 mil niños sin escuelas.
. 10 mil maestros sin escuelas.
. A las escuelitas públicas del campo asisten descalzos, semidesnudos y desnutridos, menos de la mitad de los niños de edad escolar y muchas veces es el maestro quien tiene que adquirir con su propio sueldo el material necesario. ¿Es así como puede hacerse una patria grande?
. La mortalidad infantil superior a 60 niños fallecidos por cada mil nacidos vivos.
. La esperanza de vida no rebasa los 55 años de edad.
. El 90 por ciento de los niños del campo está devorado por parásitos.
. Cuando un padre de familia trabaja cuatro meses al año ¿con qué puede comprar ropas y medicinas a sus hijos?
. El acceso a los hospitales del Estado, siempre repletos, sólo es posible mediante la recomendación de un magnate político que le exigirá al desdichado su voto y el de toda su familia para que Cuba siga siempre igual o peor.
. Un médico por cada mil habitantes, pero concentrados en la capital.
. Cuba, con una población de cinco millones y medio de habitantes, tiene más desocupados que Francia e Italia con una población de más de cuarenta millones cada una.
. Los jueces envían a la cárcel al infeliz que roba por hambre, pero ninguno de los cientos de ladrones que han robado millones al Estado durmió nunca una noche tras las rejas.
Para erradicar esos males, el joven líder enunció las leyes que de inmediato promulgaría la revolución, de haber tomado el poder. Y así fue, en efecto, cuando, poco más de cinco años después, las masas populares encabezadas por él derrocaron la sangrienta dictadura batistiana, sostenida hasta entonces por el apoyo económico, político, militar y diplomático que el gobierno estadounidense le brindaba.
Una vez en el poder, la Revolución implementó con tanta energía el Programa del Moncada, que en menos de dos años, aproximadamente en octubre de 1960, ya se habían cumplido sus principales enunciados y el país iniciaba la construcción del socialismo, aunque por razones estratégicas no se proclamó públicamente hasta el 16 de abril de 1961, víspera de la invasión mercenaria de Estados Unidos por Playa Girón, la cual fue derrotada en menos de 72 horas.
Hoy, a pesar de las agresiones de todo tipo llevadas a cabo por las sucesivas administraciones instauradas en la Casa Blanca en los últimos 51 años, y aun cuando los grandes medios de comunicación al servicio del imperialismo se empeñen en ocultarlo y tergiversarlo, Cuba es esa nación en que, como aspiró Martí, la ley primera de la república es el culto de sus ciudadanos a la dignidad plena del hombre y el concepto de patria deviene sinónimo de humanidad.
Así lo reconocen medios de prensa y personas de todo el mundo apegados a la verdad. Véanse los siguientes ejemplos:
“Elizabeth Mason, directora del Departamento de Salud Infantil y del Adolescente en la OMS, calificó de excelente el resultado obtenido en 2009 por la Isla en mortalidad infantil: 4,8 por cada mil nacidos vivos.
“Mason señaló que Cuba no es un país rico, sin embargo, hace posible que el porcentaje de niños que mueren sea menor que en la mayoría de los países del mundo, por lo que la OMS trabaja con el Ministerio de Salud Pública de la Isla para trasmitir esta experiencia, de manera que pueda ser utilizada en otras naciones.
“Otro experto de la OMS, José Carlos Martínez, coordinador de Salud Neonatal e Infantil, expresó que no conoce otro país que valore tanto la salud y la educación como Cuba. «Quizás lo más útil de nuestros modestos esfuerzos en la lucha por un mundo mejor será demostrar cuánto se puede hacer con tan poco, si todos los recursos humanos y materiales de la sociedad se ponen al servicio del pueblo», concluyó.”
Por su parte Gualterio Núñez Estrada declaró recientemente en tierra norteamericana:
“Es prácticamente imposible encontrar en Cuba un niño flaco u obeso, o fuera de su talla, ni siquiera con problemas de piel, caderas o columna, eso lo comprobé en mi visita del 2009 a Santiago de Cuba y es realmente asombroso, me llena de orgullo y satisfacción como cubano residente en Estados Unidos que esos indicadores se hayan mantenido pese al largo periodo especial desde 1993 en medio de la carencia de suministros en los hospitales.
“Es una proeza de los médicos cubanos que trabajan enfrentando los mismos problemas que el resto de la población ,sin ningún tipo de comodidad o prebenda en su gran mayoría, particularmente de los primarios, ginecólogos y pediatras.
“También me encontré a una población muy sedada, muy equilibrada mentalmente, incluso en las personas de la tercera edad, en medio de una situación en que la economía interna está semiparalizada y es algo increíble que pese a las numerosas quejas que oí y que esto genera en la población los índices de salud mental son elevadísimos. Las tensiones de la vida en Estados Unidos, allí no se conocen, el cubano vive alegre, positivo, siempre de buen humor y sociable, pese a que está rodeado de contratiempos en los servicios básicos y dondequiera que va a hacer un tramite”.
Según ha reconocido la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Cuba es uno de los pocos países en vías de desarrollo que garantiza el pleno empleo de su población económicamente activa. Más bien faltan brazos en sectores prioritarios como la agricultura, la agroindustria azucarera y la construcción.
Respecto a la educación, la Revolución cubana no solo erradicó tempranamente el analfabetismo y continúa ayudando a eliminarlo en diversas partes del mundo, sino que además logró niveles de escolarización únicamente comparables a los de países muy desarrollados. Hoy la enseñanza es gratuita y universal, y tiene carácter obligatorio hasta que el adolescente concluya la secundaria básica.
De acuerdo con otro reporte de prensa: “Cuba ha graduado en su historia revolucionaria a 989 913 universitarios, y llegará a la cifra del millón este año, de ellos 31 528 graduados extranjeros de 129 países, manifestó aquí el Doctor en Ciencias Gustavo Cobreiro Suárez, rector de la Universidad de La Habana.
“Se han graduado 5 973 doctores o másteres (de ellos 600 doctores de 53 naciones), y sobresale el hecho de que el 56 por ciento de los profesores del Ministerio de Educación Superior poseen estos grados científicos, cifra relevante en América Latina.
“Nuestros 69 centros universitarios cuentan con una matrícula de 606 863 educandos, y en los últimos cinco años el país ha puesto a disposición de las universidades diez millones de dólares, fundamentalmente para recuperar los laboratorios, lo que muestra la creciente preocupación del Estado por la educación.
Destacó la tasa bruta de escolarización (jóvenes entre 18 y 24 años que estudian en la universidad), lo que significa el 63 por ciento, es decir, seis de cada diez jóvenes cubanos en ese rango de edades estudia en la Educación Superior.
Actualmente, enfatizó el rector de la casa de altos estudios capitalina, hay más de 150 000 alumnos en postgrados, maestrías y doctorados”.
Mediante la Primera Ley de Reforma Agraria, el Gobierno revolucionario erradicó el latifundismo, entregó la tierra a quienes realmente la trabajaban y realizó profundas transformaciones, que cambiaron por completo la vida en el campo.
Actualmente existen más de 362 mil propietarios individuales o colectivos de tierra, organizados en la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP), quienes tienen en su poder más del 30 por ciento de las áreas cultivables y aportan la mayor parte de los alimentos que produce el país.
Durante los últimos meses, en busca de su soberanía alimentaria, Cuba ha entregado gran parte de los terrenos estatales que permanecían ociosos a más de cien mil usufructuarios gratuitos, y la inmensa mayoría de esas personas se han asociado a la organización campesina.
La electrificación, otro de los acuciantes problemas planteados por Fidel en La historia me absolverá, ha recibido un impulso tan notable que más del 95 por ciento del archipiélago se halla electrificado, y en los últimos años, gracias al programa de la Revolución Energética, la capacidad de generación se ha incrementado al punto de que ya en el sector residencial son muy extraños los llamados apagones, otrora muy frecuentes y prolongados.
Al calor del mencionado programa, la población ha adquirido, por lo general con facilidades de pago, millones de efectos electrodomésticos, los cuales ayudan a elevar la calidad de vida de las familias, particularmente en caso de las mujeres.
En cuanto al otro grave problema denunciado por Fidel Castro en el juicio por el asalto al Moncada, el de la vivienda, en realidad hoy en Cuba existe al respecto una difícil situación, no solo debido a que los inmuebles son insuficientes, sino además porque el fondo habitacional se encuentra muy deteriorado y las limitaciones materiales y financieras del país obstaculizan la ejecución de las necesarias acciones de rehabilitación y mantenimiento.
Sin embargo, la Revolución eliminó el pago de alquileres y los casatenientes, y ha hecho propietarios legítimos de sus casas a millones de ciudadanos.