Estamos en tiempos complicados. Si la situación socio-política se describe con realismo y se aplican rigurosos análisis desde fuera de la óptica liberal, te pueden llamar catastrofista. Es gracioso, las izquierdas, las y los altermundistas, los y las economistas críticos y el mundo sindical, discuten por matices, personalismos o diferentes estrategias, y mientras tanto los neoliberales se vuelven a hacer con las riendas y dominan la situación por ahora, o al menos eso se creen, y lo peor es que nos lo están haciendo creer a todas y todos.
La situación de las izquierdas en Europa en general es difícil, pero en el Estado Español en particular puede ser trágica. Lo peor no es la posible derrota de las izquierdas, es el impacto negativo en las ciudadanas y ciudadanos entre las clases populares que la aplicación de medidas y “remedios” neoliberales pueden tener, aunque lo desconozcan o no sean conscientes de ello tantas y tantas personas. Hablemos sin miedo y sin pelos en la lengua, en estos momentos el mejor servicio que puede hacerse a las clases trabajadoras y a la ciudadanía en su conjunto es decir lo que se piensa y hacer propuestas tan sensatas como liberadoras.
El Estado Español tiene y no lo podemos ignorar en absoluto, cargas, contrapesos y pactos inconfensables, no escritos, provenientes del franquismo que siguen vigentes y pesando de forma determinante, tanto en la política como en la economía, fruto de una transición nada equilibrada y en la que las y los herederos del franquismo y las elites económicas y oligárquicas crecidas a su sombra se garantizaban el dominio, y a cambio de ello permiten esta democracia aún vigilada y de baja calidad que sufrimos. Nada que se analice sin tener en cuenta esto nos posibilitará entender la situación que vivimos, aquí y ahora. Autores como Vicenç Navarro y Armando Fernández Steinko entre otros lo han analizado muy correctamente en estos últimos meses.
- Del suicidio a la reconstrucción.
El gobierno de centro-izquierda del PSOE está practicando una política difícilmente entendible para cualquier persona de izquierdas o con sensibilidad social. Ha confundido las reformas con las contrarreformas. La socialdemocracia actual europea, y digo actual porque cualquier parecido con la de los años sesenta, setenta, ochenta e incluso más adelante en la Europa nórdica, es sólo nominal, no digamos con el socialismo obrerista y de reflejos marxistas de Jaurès o de Iglesias, ha aceptado al menos en sus cúpulas medias y dirigentes los postulados liberales, monetaristas y ortodoxos en materia económica. No es que no sigan a sus clásicos, es que han renunciado incluso a Keynes y a los neokeynesianos, incluidos recientes premios Nobel con los que coquetearon (Krügmman, Stiglitz).
Los asesores y “expertos” a los que escucha la socialdemocracia son los mismos que justificaron y alabaron el casino económico y la burbuja inmobiliaria, fracasando y creando sufrimiento a muchas personas. Ahora imponen nuevamente “sus conocimientos”, su ciencia es sencilla y la podemos resumir en esta frase, “del shok económico a la liquidación del estado del bienestar”. La doctrina de choque que también explica Naomi Klein está siendo aplicada al pie de la letra en el Estado Español y en Grecia.
Actualmente estos “expertos” criados en los servicios de estudios de la banca privada y en el Banco de España, o en facultades en las que mayoritariamente se enseña teología neoliberal, defienden la nueva burbuja, la de la deuda, promoviendo políticas de contención del gasto público, privatizaciones y recortes salariales y sociales, para de esta forma garantizar el pago de la deuda incluida la privada a la banca. Es ni más ni menos que las clases trabajadoras y medias financiando a los poderes económicos, garantizando y pagando de sus bolsillos el negocio bancario. Todo esto mediante decretos leyes que impone un gobierno de tendencia socialdemócrata.
La socialdemocracia, que ya hace tiempo renunció a la transformación del capitalismo, ha renunciado también a las reformas sociales y economías y, ojo, reformas para un socialdemócrata cabal son avances, reparto e igualdad de oportunidades, sindicatos potentes y duras negociaciones por mejorar las condiciones de vida y bienestar de las clases trabajadoras, laicismo y valores republicanos.
Cuando la socialdemocracia europea decide apoyar las políticas neoliberales de la Unión Europea y colabora con los conservadores en la implementación y desarrollo de directivas, reglamentos y tratados que impiden el control público de los capitales, desregula el mercado financiero e impulsa políticas privatizadoras, ya ha renunciado a cualquier posibilidad de transformación y de construcción del estado social. Esto ATTAC lo ha demostrado con creces.
No se puede pues hacer el discurso de los cambios sociales y la solidaridad en Europa si incrementar lo público y regular los mercados en este continente, al menos en la zona UE, es ilegal. Claro, para gestionar eso, ya están los liberales, los democristianos y los liberal-autoritarios. De todo esto recientemente el centro y la izquierda del Partido Socialista Francés se han dado ya cuenta, tras su batacazo en las elecciones europeas y su pequeño cambio de orientación en las regionales.
Así pues la ciudadanía le da la espalda a quien puede gestionar mejor o peor, pero ya no ilusiona ni transmite valores de cambio e igualdad, que, con permiso de Bibiana Aído, es que hombres y mujeres sean iguales, es decir que no hayan explotadas y explotadores, amos y siervas, ricas y pobres.
Pero esto que ya lo han pagado muy caro socialdemócratas de otros estados europeos, en España según todas las encuestas y proyecciones electorales, se pagará igualmente. Un gobierno de origen socialdemócrata, en pocos días y cerca del mes de agosto, en un trágico final de julio de 2010, está llevando a cabo el programa más liberal y desregulador que jamás habíamos vivido con democracia en España. Además, su presidente teoriza desde hace ya unos años que no desea intervenir en economía, es decir regular la actividad económica, y su ministra del ramo sólo tiene la preocupación de tranquilizar a los mercados, pero ¿quién tranquiliza a las personas paradas o que temen por el poder adquisitivo de sus pensiones, o que su despido, no sólo será más barato, sino que será posible en estos tiempos si los beneficios de su empresario o empleador disminuyen?¿Quién tranquilizará a las y los jóvenes sin empleo y que no tienen otro futuro que vivir con y de sus padres o ser ochocientoseuristas como mucho?
El hacer el programa oculto del PP costará caro a la socialdemocracia que todas las encuestas dan por derrotada, pero más caro costará a las clases populares a las que el PP acabará de liquidar sus derechos sociales privatizando y convirtiendo en negocio los servicios públicos.
La Banca, con un poder político desmedido, ha encontrado su nueva burbuja donde especular nuevamente y ganar dinero, la burbuja de la deuda. La banca está asfixiando a tres estados gobernados por socialdemócratas, España, Grecia y Portugal. Pero el objetivo de la banca tanto francesa, alemana y anglosajona, como igualmente la de origen español, no es asegurarse sólo sus ganancias y cobrar sus intereses, es fundamentalmente aprovechar la situación para imponer sus condiciones de dominio a las clases populares, debilitar y limitar a los sindicatos y dinamitar la democracia, pues su poder no electo es tan determinante como insaciable. La última gran victoria de la Banca es la privatización de las cajas de ahorros. Ya nos las han quitado, ahora lo que nos queda es exigir banca pública yá, alertando a la ciudadanía que el siguiente bocado que apetecen los bancos son los sistemas públicos de pensiones, con los cuentos chinos al respecto que en una publicación de ATTAC de Vicenc Navarro, Juan Torres y Alberto Garzón se desmienten.
He denunciado en varias ocasiones que el Grupo PRISA al dictado lógicamente de los intereses de sus propietarios, llevaba tiempo trabajando por una Gran Coalición PSOE-PP-CiU en el Estado Español. Esto de facto ya es realidad. PRISA, era la que podía intoxicar al PSOE, dar respaldo a su ala derecha ya hegemónica, y poco a poco introducir sus objetivos, es decir políticas neoliberales frente a la actual crisis del capitalismo. Así pues este grupo de “información” ha sido uno de los instrumentos de “los mercados”, de la dictadura de los mercados e inspirar algo que por ejemplo, los propietarios de “El Mundo” o el “ABC” no podían hacer a través de esos medios. Ahora mercenarios de PRISA en sus tertulias y artículos afirman que la gente está tranquila y que no hay protestas, por parte del personal que diría Forges, agobiado como se encuentra por no ir al paro, encontrar trabajo o pagar una hipoteca demasiado elevada cuando encima le congelan el sueldo.
Esa es la fase actual. Ahora permítanme un aviso a navegantes en aguas procelosas, la CEOE, la banca, las y los capitalistas, cuando consiguen victorias y vencen restando derechos y obteniendo mejoras para sus intereses ya no renuncian a ellas, y luego recuperarlas cuesta lucha, sangre y sufrimiento. Nada hay temporal para un liberal autoritario o para una gran empresa cuando le beneficia. En España, los liberal-autoritarios del PP están imponiendo su programa a través de la gran coalición de facto, sin pringarse y encima dándole leña a un gobierno abrumado y que gobierna en sentido contrario a las necesidades de su electorado.
Hace ya treinta años que los capitalistas, los “mercados”, tienen la misma política, dominar y laminar a los sindicatos y reducir hasta límites irreconocibles el estado del bienestar. Acabar con los derechos sociales y por supuesto acabar también con la socialdemocracia, despojándola de sus valores, principios e ideas. Eso es el neoliberalismo, la opción política de los poderes financieros, de los poderosos, y los instrumentos políticos y económicos para llevarla a efecto.
Hay pues que reaccionar. La reconstrucción del tejido reivindicativo pasa por organizarse. ATTAC hace once años denominó a la situación que ya vivíamos como dictadura de los mercados. Ahora esta dictadura se hace tan patente que incluso personas de ámbitos liberal-progresistas o socialdemócratas de izquierdas comienzan a denunciarla.
Lo que entiendo que hay que hacer es articular a la ciudadanía. A pesar de estar silenciados y seguramente pronto reprimidos, desde la red y las redes, pues no tenemos otro instrumento, llamamos a la revuelta democrática y cívica frente a la dictadura de los mercados.
Pero esta política de imposición neoliberal, sólo les está saliendo a la perfección en las potencias centrales, en Occidente. El mundo ha cambiado mucho. Además nuestra defensa y posibilidades de éxito, del éxito de las gentes, está en la acción internacional y cosmopolita. Por eso el movimiento ATTAC es internacional, por que la mundialización, la globalización como su nombre indica lo son. Las y los españoles, los pueblos del estado español, necesitamos ahora la solidaridad de americanos, asiáticos y africanos.
Necesitamos su experiencia, pues ellos ya sufrieron los planes del FMI y a diferencia nuestra saben lo que es sufrir. Por eso una de las formas más exitosas de enfrentarnos a la dictadura de los mercados será el nuevo internacionalismo participativo e inclusivo, que nació en los Foros Sociales Mundiales y que debe caminar por nuevos derroteros, por eso somos altermundialistas, por eso los medios de desinformación mundiales se gastan tanto dinero en atemorizarnos ante las potencias emergentes, que son un peligro para su hegemonía y no para nosotras y nosotros, y en especial contra las repúblicas que buscan el socialismo y que practican políticas antineoliberales.
Por tanto, las personas que estamos ilusionadas en el cambio y la justicia, no nos suicidaremos y buscaremos nuevos caminos. El socialismo también se puede construir todos los días. Ante probable suicidio de una fuerza histórica de la clase trabajadora, pero también del fracaso de experiencias burocráticas y de capitalismo de estado, deben surgir y surgen los nuevos movimientos sociales. No como sucedáneo, sino como nueva savia y nuevas fuerzas de transformación de este mundo. Ante nuevos problemas como el terrible deterioro ambiental y la destrucción planificada por el capitalismo de la Madre Tierra, nuevas respuestas y propuestas, y ante un capitalismo financiarizado y alejado de la economía real, nuevas alternativas. Son los propios cambios sociales y económicos los que propician la aparición de nuevas estructuras de cambio e ilusión, pero también de la reconstrucción del nuevo sujeto político colectivo.
- Las nuevas fórmulas de resistencia y organización.
Lo importante es mirar hacía el futuro, sin olvidar luchar por el presente. Pero partamos de una primera premisa para que todas y todos me entiendan. En la Europa construida tras el Tratado de Lisboa, en el acerbo legal comunitario de la Unión Europea, las declaraciones de principios y los programas máximos de los partidos socialdemócratas europeos, no sólo son imposibles de lograr, es que son ilegales y esto lo saben de sobra los poderes económicos y los liberal-autoritarios.
Por eso la propuesta de los ATTAC europeos y numerosos movimientos sociales y redes paneuropeas por el comercio justo, la solidaridad y la defensa del medio ambiente, es la de reivindicar otra Europa y exigir una constitución europea democrática. Sin democracia en Europa no podremos avanzar hacía la Europa social. Es pues necesario legislar sobre los derechos sociales y políticos de las y los ciudadanos, y no sólo sobre los derechos de mercados y mercaderes en estricta aplicación de la doctrina neoliberal. Otro ejemplo clarificador, si un gobierno de un país europeo realmente de izquierdas o con base popular, decidiera aplicar políticas antineoliberales y caminar hacía un modelo de socialismo democrático, la UE se lo impediría, es más, podría propiciar un golpe de estado y reconocer a los golpistas si estos lo hicieran con la excusa de aplicar el acerbo comunitario europeo de la Unión. De hecho lo han intentado fuera de Europa, con escaso éxito.
Por eso el Foro Social Europeo, por eso las redes europeas por la tasa Tobin, la regulación financiera y la justicia fiscal, o las redes biregionales como Enlazando Alternativas, o las declaraciones que últimamente ha hecho la CES (Confederación Europea de Sindicatos), y como culminación a todo este estado de cosas, la movilización europea del 29 de septiembre que, convocada por los sindicatos europeos, el Foro Social Europeo también apoya.
En los territorios de la Unión Europea están surgiendo también fuerzas políticas de izquierdas que recogiendo las diversas tradiciones de la izquierda europea, del socialismo, del comunismo, del sindicalismo de clase, están uniéndose y comenzando a actuar con éxitos parciales pero interesantes, como por ejemplo el caso paradigmático de Alemania, pero también los que tienen lugar en Francia y en Portugal.
Los sindicatos, no todos, pero si los de mayor tradición combativa y los movimientos de la sociedad civil, están comenzando a trabajar conjuntamente, y a tal efecto se han hecho actos y manifestaciones conjuntas contra el G20 o frente a las políticas de privatizaciones. Son todavía un inicio, pero los sindicatos comienzan a entender la necesidad de una amplia alianza ciudadana frente al neoliberalismo y frente a las fórmulas para resolver las crisis del capitalismo, haciendo pagar a las clases populares europeas sus pérdidas y desmanes. Todavía tenemos que conocernos mejor, ganar confianza y seguir colaborando solidariamente, pero ambos mundos, el sindical y el social sabemos ya que nos necesitamos y nos podemos complementar, pero que no hay movilización con respuesta que no cuente con el apoyo activo de los movimientos sociales cívicos y viceversa sin el apoyo de las organizaciones laborales y obreras. Por lo que el 29 de septiembre volverá a ser un termómetro para estos avances.
Las personas comienzan a reaccionar ante los recortes FMI-UE impuestos a funcionarios, pensionistas, trabajadores y trabajadoras, empleados, paradas y parados, autónomos, autónomas y pequeños empresarios. Unos con recortes, otras sin créditos, todas y todos victimas de la disminución del gasto público y del adelgazamiento del estado en beneficio de la banca y las transnacionales.
Será difícil, aunque las personas reaccionan y reaccionarán ante esto, primero las y los más conscientes y solidarias, luego por necesidad. Por eso son necesarios proyectos comunes, sin sectarismos, ni capillismos, amplios, amables y a la luz del día.
En el estado Español también hay un serio intento que está caminado, se llama Activos Contra la Crisis, que englobando movimientos sociales, cívicos, asociaciones, sindicatos alternativos, ecologistas, feministas, altermundistas y partidos políticos de izquierdas, sigue caminando y tratando de organizar las resistencias ciudadanas a la crisis, con la exigencia de que la paguen los capitalistas. Pero también preocupado por las y los afectados por desahucios de viviendas por parte de los bancos, consumidores conscientes y reivindicativos o las y los parados a través de sus propias asambleas y experiencias de acción, como marchas, protestas etc.
Se están celebrando igualmente reuniones locales con la presencia de CC.OO y UGT y otros sindicatos, al objeto de extender las reivindicaciones y apoyar la huelga general del 29 de septiembre
Lo cierto es que la ciudadanía debe constituirse en sujeto político, no en opción partidaria sino en alianza amplia y social frente al neoliberalismo y por una solución democrática de la crisis. Desde ATTAC tenemos claro el papel protagonista y dirigente de las y los ciudadanos. Hay que avanzar más y sobre todo prever igualmente que la derecha, el PP, los poderes reales, no se escapen de rositas, ellos son el elemento imprescindible de la dictadura de los mercados. El PP se frota las manos esperando ver el cadáver de su principal adversario electoral y espera gobernar para clavarle la puntilla a los sindicatos y perseguir ya sin disimulos a la izquierda transformadora y social.
Pero sobre todo el PP actúa y con demagogia, falsedades y sin complejos, pues la socialdemocracia española ya le ha hecho lo más difícil. Ellos sólo deberán continuar las contrarreformas y mandar a callar a la izquierda en la oposición. Esto que describo solo lo puede frenar la movilización ciudadana y sindical decidida. ATTAC sabe que la oposición ciudadana a estas medidas y la presentación y explicación de alternativas realizables y justas al margen de las alternativas neoliberales, ortodoxas y fracasadas, es parte muy importante de la solución.
Pero hay que llamar a la formación de una amplia y democrática Alianza Social Antineoliberal, es decir, no más proclamas, sino organización frente a los mercados, pues los llamados mercados son hoy y ahora los que quieren vivir a costa de nuestro empobrecimiento y de un futuro de nuestros hijos plegado a sus exigencias de enriquecimiento y dominación.
Por eso hay que hacer oír nuestra voz, pero sobre todo debemos de forma abierta, no partidaria y menos aún sectaria, organizarnos y defendernos nosotras y nosotros. Es por lo que no podemos esperar más cruzados de brazos, porqué la ciudadanía no puede esperar a ver resignada como la derecha heredera del franquismo se hace con el Gobierno, pues el poder ya está en sus manos.