Las protestas en el departamento boliviano de Potosí (suroeste) se han agravado al cumplir hoy diez días, con la incorporación del gobernador oficialista Félix González a las huelgas de hambre que realizan decenas de personas y el bloqueo de los accesos al aeródromo de la ciudad.
González, que está en huelga de hambre desde el viernes, dijo hoy a Efe que tomó esa decisión porque se siente abandonado por el presidente Evo Morales y sus ministros en la búsqueda de soluciones al conflicto, que tiene paralizada y aislada a Potosí desde hace casi dos semanas.
"En días anteriores he sido apedreado sin que haya tenido la culpa. No pudieron atender en ese momento y me he sentido solo, (abandonado) por mi partido. Hemos llegado a esta situación y no supieron dar la atención correspondiente a esta demanda de las organizaciones de nuestro departamento", se lamentó.
Las organizaciones lideradas por el Comité Cívico de Potosí (Comcipo) están en huelga indefinida y realizan bloqueos de carreteras para exigir atención a media docena de demandas y una solución a un conflicto de límites con la región vecina de Oruro.
Por estas protestas está interrumpido el paso hacia Argentina y Chile por las rutas del occidente boliviano.
El Ejecutivo ha insistido en dialogar en la ciudad de Sucre, la capital constitucional de Bolivia, sobre el conflicto de límites y ha rogado sin éxito a los dirigentes potosinos que suspendan sus medidas para negociar en Potosí las otras demandas.
Esta posición fue ratificada hoy por el ministro de Autonomías, Carlos Romero, en una rueda de prensa en la que volvió a invitar a las autoridades y líderes cívicos potosinos a dialogar en Sucre.
Romero también acusó a "grupos radicales" de universitarios y mineros de impedir el inicio del diálogo entre el Gobierno y los líderes de Comcipo, a quienes pidió "imponerse" a los radicales.
El secretario ejecutivo de la Central Obrera Departamental, Mario Mamani, ratificó hoy a Efe su posición de que el diálogo sobre todas las demandas tiene que darse en Potosí, cuyas organizaciones tienen la convicción de "realizar la lucha hasta las últimas consecuencias".
Según Mamani, al menos 35 piquetes de huelga de hambre se han instalado en la ciudad y Comcipo ha llamado a los emigrantes potosinos en otras regiones y en el exterior a que se sumen a las protestas.
En La Paz, cuatro parlamentarios de Potosí liderados por el senador Eduardo Maldonado, del oficialista Movimiento Al Socialismo (MAS), se adelantaron a ese llamado, pues hoy cumplen cinco días en huelga de hambre en el Congreso para pedir al Ejecutivo que atienda las demandas de su región.
Las protestas se radicalizaron más aún con la acción de unos 1.500 mineros que decidieron bloquear con barricadas de tierra los accesos al aeródromo de Potosí, informó a Efe el comandante departamental de la Policía, coronel Mario Hinojosa.
Antes de que ello ocurra, al menos 25 turistas extranjeros lograron salir en avionetas desde el aeródromo, que era la única salida hacia otras regiones.
Otros 22 turistas, entre españoles, franceses, alemanes, brasileños y argentinos, que no pudieron partir el viernes debido a la falta de luz en el aeródromo decidieron retornar a sus hoteles.
Hinojosa señaló que ese grupo ya no podrá salir de Potosí porque los mineros advirtieron que "no entra ni sale nadie" del aeródromo.
El gobernador González advirtió de que el conflicto repercutirá negativamente en el turismo, que es una de las principales fuentes de ingreso para la región, donde está el salar de Uyuni, el fondo de un antiguo mar desecado de 10.000 kilómetros cuadrados de extensión y la mayor reserva de litio del país.
También lamentó que la situación en la ciudad se haya tornado "insostenible" por la escasez de dinero y alimentos y el consiguiente encarecimiento de precios en los mercados, por lo que llamó a las organizaciones potosinas y al Gobierno a que negocien.
Los potosinos reclaman al Ejecutivo porque aseguran haber sido "postergados y marginados" en los 185 años de vida de Bolivia, que se cumplieron precisamente este viernes.
Potosí, que registra los índices más altos de pobreza de Bolivia, no celebró las fiestas patrias y, en cambio, declaró "luto departamental" como una protesta porque no han sido atendidas las diversas demandas que han planteado sobre su desarrollo.
Pese a que los conflictos se han agravado, el ministro Romero descartó que el Gobierno instruya la intervención policial a los bloqueos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario