informativoaltera2.blogspot.com

miércoles, 4 de agosto de 2010

Nazis morenos, de ojos rasgados y antichinos en Mongolia

Vestidos de negro, levantan la mano derecha a la altura del pecho y la extienden como saludo a su nación: «Sieg heil! [¡Por la victoria!]» Elogian así la dedicación de Hitler a la causa de la pureza de la raza. Sin embargo, sus mejillas prominentes, sus ojos oscuros y su piel morena difícilmente se corresponden con el ideal ario del Tercer Reich. Una variedad diferente de nazismo ha encontrado un nido en un lugar improbable: Mongolia.

Una vez más, de una economía empobrecida surgen unos ultranacionalistas que terminan creyéndose unos marginados. En esta ocasión, su principal objetivo lo han encontrado en China, la potencia emergente del sur.

Grupos como Tsagaan Khass, es decir, Esvástica Blanca, se definen a sí mismos como patriotas, como ciudadanos de a pie enfrentados a los delincuentes extranjeros, a las desigualdades flagrantes, a la indiferencia política y a la corrupción.

El departamento de Estado de EEUU ha advertido a los ciudadanos que tengan intención de viajar a esta parte del mundo que se han incrementado las agresiones a parejas interraciales en los últimos años por parte de grupos ultranacionalistas. Una de estas organizaciones, Dayar Mongol, ha amenazado con afeitarles la cabeza a las mujeres que se acuesten con chinos. Hace tres años, el jefe de Blue Mongol (otro grupo nacionalista) fue declarado culpable del asesinato del novio de su hija porque el joven había estudiado en China.

Aunque los cabecillas de Tsagaan Khass afirman que no apoyan la violencia, se proclaman nazis. «Adolf Hitler fue una persona a la que respetamos. Nos enseñó a defender la identidad nacional», afirma el cofundador de este grupo, de 41 años de edad, que se hace llamar Big Brother (Gran hermano).

«No estamos de acuerdo con su extremismo [de Hitler] y tampoco con que iniciara la Segunda Guerra Mundial. Estamos en contra de todas las muertes, pero apoyamos su ideología. Nuestro apoyo es al nacionalismo, no al fascismo», añade.

Se mire como se mire, se trata de una diferenciación de lo más curiosa. Bajo el régimen de Hitler, los prisioneros soviéticos de guerra que tenían aspecto físico de mongoles eran apartados para su ejecución inmediata y, recientemente, grupos de extrema derecha han atacado en Europa a inmigrantes mongoles.

No todos los grupos ultranacionalistas emplean la misma simbología, aunque la ignorancia generalizada sobre el Holocausto y sobre otras atrocidades cometidas por los nazis podría servir para explicar las razones por las que algunos emplean esos símbolos.

Tsagaan Khass puntualiza que la esvástica era ya un símbolo en Asia en la antigüedad, cosa que es muy cierta, aunque no explica la utilización que hace el grupo de los colores nazis, el águila nazi y el saludo nazi, ni de la foto del Führer presente en la cajetilla de cigarrillos de Big Brother.

Tampoco parece que la esvástica tenga mucho que ver con sus posturas neonazis, dada la indisimulada admiración de sus militantes por las ideas racistas de Hitler. «Tenemos que garantizar que, como nación, nuestra sangre sea pura. Eso tiene que ver con nuestra independencia», explica Battur, 23 años, al tiempo que destaca que la población de Mongolia es inferior a tres millones de individuos. «Si empezamos a mezclarnos con los chinos, nos irán absorbiendo poco a poco. La sociedad mongola no es muy rica. Los extranjeros vienen con mucho dinero y podrían llevarse a nuestras mujeres», comenta convencido.

Big Brother reconoce que conoció estas ideas a través de los grupos nacionalistas que surgieron en Rusia tras la caída de la Unión Soviética, de la que Mongolia fue un estado satélite. Sin embargo, la manía hacia los chinos es cada vez más común y se extiende con rapidez por todo el país.

«Si bien la mayor parte de la gente percibe que el discurso de extrema derecha es excesivamente extremista, parece que hay un consenso general en que China es imperialista, diabólica, y que intenta apoderarse de Mongolia», aclara Franck Bille, de la Universidad de Cambridge, que está investigando las protestas de ciudadanos chinos en Mongolia.

Temas de hip hop como el titulado No os vayáis muy lejos, so chinorris, del grupo 4 Zug (el estribillo dice «matadlos a todos, a todos, a todos»), se escuchan cada vez más en bares y clubes. Pese a esta atmósfera xenófoba, Tsagaan Khass da la bienvenida a los visitantes de todas las razas siempre que cumplan con la ley y la verdad.

Unas intenciones de las que dudan los responsables en este país del Centro Nacional contra la Violencia, que consideran que estas formaciones ultranacionalistas gozan cada vez de mayor apoyo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario