Hace algunos años en Chicago todavía podían verse en algunos sitios letreros que decían «Prohibida la entrada a negros, perros y mexicanos», y ahora, con la nueva Ley de Inmigración de Arizona, la Justicia norteamericana avala este tipo de conductas racistas. Y, por si fuera poco, la historia cuenta con el personaje adecuado para llevar a cabo la limpieza racial, ya que el sheriff del condado de Maricopa, Arizona, Joe Arpaio, representando de forma ejemplar a todas aquellas personas que deniegan los derechos de las personas oprimidas y sobre todo inmigrantes, con la operación para la supresión del «crimen/inmigración ilegal», que bautizó como «operación número 1070» en un guiño a la SB 1070, textualmente en una rueda de prensa enfatiza: «Nada cambiará... si la persona está de forma ilegal, la entregaremos a las autoridades de Inmigración y Aduanas», ordenando la ampliación de la cárcel Tent City donde se aloja a los detenidos a temperaturas que llegan hasta 60 grados en la zona desértica y donde consigue que con 30 centavos de dólar se alimente a un prisionero, reduciendo la alimentación a dos comidas al día, evitando carne y otro tipo de proteínas. Afirmó, además, que su oficina continuará con deportaciones, detenciones y otro tipo de restricciones, por las que se ha ganado el sobrenombre de «pesadilla de hispanos».
Para sorprendernos un poco más, debemos saber que en el Estado español también se aplican estas leyes racistas, también se detiene y se exigen papeles a los migrantes en estaciones, locutorios y en la calle; también hay redadas y detenciones masivas, hay deportaciones y expulsiones sin que exista la mínima posibilidad de un recurso o defensa, porque desde 1985 existe el procedimiento denominado «preferente», donde sólo se conceden 48 horas para una posible alegación, y hay cada vez más impedimentos para conceder asilos y refugios por derecho. En 2009 se filtró una circular interna de la Comisaría de Villa de Vallecas (Madrid) que establecía un cupo mínimo de 35 «sin papeles» detenidos por semana. «Si no los hay, se va a buscarlos fuera del distrito», rezaba la orden. Los principales sindicatos de la Policía Nacional (SUP, CEP, SPR y UFP) aseguran que en el resto de jefaturas de Policía del Estado había objetivos similares.
Recuerdo perfectamente cuando, siendo fundadora y presidenta de la primera asociación multicultural y la primera de mujeres inmigrantes en el País Vasco, de 1998 a 2001 denunciamos detenciones y deportaciones masivas y el trato que se daba a nuestros compañeros en los calabozos y cárceles. Nada ha mejorado desde entonces; todo lo contrario, España es el ejemplo de la nueva esclavitud, y ahora también de la crisis económica y laboral, y esto es un motivo importante para unirnos no como migrantes y autóctonos, sino como trabajadores afectados y empobrecidos por la avaricia y la mediocridad de quienes juegan al ajedrez del mundo neoliberal y globalizador con piezas humanas debilitadas, por lo que debemos reaccionar juntos contra los mismos enemigos políticos y capitalistas.
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